Volvemos a la rutina, enero, febrero, marzo, abril, sí, abril. Estamos en Abril, la mierda más mierda, en realidad siempre a principio de año lo siento todo horrible. Las cosas avanzan, los problemas empiezan y siempre con situaciones parecidas y cosas similares, todo está relacionado. Es historia, todo.
Las amistades están distintas y siguen cambiando y desarrollándose. Pero eso no es lo que me importa, me importa que entiendo poco de lo que pasa. Que mientras más pasa el tiempo, más me confundo, que no estoy bien orientada para esta vida. Me tocó el caramelo de banana y no lo puedo cambiar.
Me lo anticipo cada año, y aún así, me pierdo en mis pensamientos y continúan otros nuevos que me marean mucho más. Quisiera poder darme cuenta de las cosas sin tener que oir todos los días una bocina. Una bocina que en vez de ruidos de autos, suena como gritos de personas: "izquierda, derecha, arriba, abajo, blanco, negro!". No me deja razonar, no me deja pensar. Reconozco que la culpa está concentrada en la raíz, y que por ahí yo puedo cambiarlo pero mi raíz tiene que aportar algo también.
Siento que todo lo sucedido estos meses es lo que, sumado al día de hoy, me generó una explosión. Tanto física, como mental. Me desconcertaron tanto las situaciones, que no se ni dónde estoy parada. No sé quién soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario