
Me acabo de acordar el último te quiero que me escribiste: el que no fue en respuesta, en forma de 'yo también', sino que fue el me dedicaste por decisión propia. Me acuerdo de tus saludos en persona, 'te quiero, cuidate'. Me acuerdo que con eso bastaba para alegrarme el día entero. Era una dosis de vos y de tu linda parte. Ahora cambiaste repentinamente, te tornaste en algo horrible. Absorbiste todas mis alegrías, las que por ratos tenía sólo con vos y la convertiste en algo frío y tenso.
Después de esa converzación (''computadoresca'', por describirla de alguna manera diferente), logré caerme por completo, sin tener ganas de levantarme y seguir adelante. Simplemente me destruí, fue inevitable. Me destruí en bronca y recién hoy en tristeza. Ojalá el tercer paso no sea llanto porque estoy muy débil para estallar así. Allá me encontraba decidida sin tristezas, sólo bronca. Creía que no iba a volver a llorarte y lo iba a superar hasta que vuelvas de alguna forma (amistad, amor, algo, nada, bueno, malo, triste, arrepentido, decidido, grande, maduro, débil o simplemente no vuelvas). Pero, al comenzar el día, ver tu presencia reflejada en aquella pantalla resplandeciente, me golpeó de pies a cabeza y mi interior empezó a desvanecerse en forma de arena seca.
Es increíble como en un minuto un individuo puede provocar semejante bronca y determinadas ganas de estallar en lágrimas a una persona interesada en él. No le importará quizás, no querrá saber nada. Notable como cambia un factor de un estado a otro, de junio a julio cambio todo. Ahora julio está oscuro y claro, gris. Oscura está la mitad del mes y clara está la otra que aún no paso. Hoy 15 de julio estamos a la mitad del mes aproximadamente, deseo que el período de Julio acabe bien en general.