Por un lado, como todas las enfermedades, se sufre, duele, que por suerte hasta ese síntoma no llegué(llegue apenitas). Es una enfermedad en la que no podes faltar a clases con justificativo, aunque yo no soy quien para hablar de faltas. No sabés cuándo te curas ni cuando se termina, sólo cuando empieza ya que, las sonrisas se dibujan solas en la cara como por arte de magia. Y sí, se puede decir que también es una especie de magia, pero bueno eso no es a lo que voy. Puede que te enfermes tanto, que el otro se cure más rápido y siga otros caminos.
Por otro lado, cuando ya es mucho ese ‘’dolor de cabeza y fiebre’’ tenés gente que te cuida y que te cura hasta que te mejores, esos serían medicos, tus amigas/os. Es una buena excusa para ser mimada. Es una fiebre linda, afecta a casi todo el mundo.
Está bien, todo cómico, parte buena, mala, ahora realidad: Te contagié? Me contagiaste? Nos enfermamos al mismo tiempo? Porque siento que ya te estás curando y te me vas.
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